Según la psicologa Patricia Sánchez Seisdedos en todas las culturas, los niños(educandos) se fijan en adultos para aprender y modificar patrones de comportamientos, actitudes… Aprenden a través de personas de referencia. Bandura dice que:
“Afortunadamente, la mayor parte de la conducta humana se aprende por observación mediante modelado”.
La psicológa explica que con esta forma de aprender se evita mucho ensayo-error, puesto que el niño(educando) tiene la oportunidad de ver la situación, la ejecución de la conducta y las consecuencias. No obstante, los niños no prestan atención ni aprenden todas las conductas de un modelo, si no que depende de factores como la complejidad, del ajuste de la capacidad cognitiva, del significado de modelo que tenga el adulto para el niño y del valor funcional de la conducta modelada.
Como docentes debemos investigar el origen del modelo conductual del educando y las razones por las que sigue su adopción, para entonces diseñar nuestra estrategia de modelaje conductual.
Como se aprecia en el aula del profesor Run Clarke se observa que los educandos tienen conductas influenciadas por sus padres como por ejemplo el sarcasmo, conducta relajada, y desafío al profesor para librarse de él.
Añade la psicologa Patricia Sánchez Seisdedos que desde la perspectiva de la teoría cognitiva social de aprendizaje, podríamos aplicarlo al aula en distintas direcciones. Es aconsejable que los niños perciban al profesor o educador como alguien que presenta constantemente modelos conductuales, verbales y simbólicos a los alumnos. Su eficacia dependerá de la consistencia entre los modelos, la adecuación de éstos a las competencias de los alumnos, la valencia afectiva entre éstos y el propio educador, y la efectividad de los procedimientos que el educador ponga en juego en la presentación de los modelos. Por otra parte, los alumnos no sólo obtienen oportunidades de aprendizaje observacional de lo que hacen y dicen los educadores, sino también de sus compañeros.
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